Frases de Cuaresma

01- Vive siempre así, ¡oh cristiano!, en este mundo. Si no quieres hundir tus pasos en el fango de la tierra, no desciendas de esta cruz.

02- Tenéis el deber de ofrecer a Dios obras que vayan de acuerdo con estos días del calendario.

03- La Cuaresma es un tiempo de gracia, un tiempo para convertirse y vivir en coherencia con el bautismo.

04- La vida en este mundo es tiempo de nuestra humillación; no otra cosa simboliza estos días.

05- La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo.

06- La Cuaresma es un nuevo comienzo, un camino que nos lleva a un destino seguro: la Pascua de Resurrección, la victoria de Cristo.

07- Añadamos a nuestras oraciones la limosna y el ayuno, cual alas de la piedad con las que puedan llegar más fácilmente hasta Dios.

08- La Cuaresma es un período de penitencia destinado a hacernos resurgir con Cristo, a renovar nuestra identidad cristiana.

09- La humildad de Cristo nos enseña a ser humildes, porque él al morir cedió ante los impíos; su grandeza nos hace grandes, porque él al resucitar precedió a los justos.

10- Contra la dejadez, esté alerta la memoria; contra la obstinación, la misericordia, y contra la vergüenza soberbia, la prudencia humilde.

11- Se nos presentan personas necesitadas, y también nosotros lo somos; demos, pues, para recibir.

12- La Cuaresma es un tiempo propio para las renuncias. Privémonos cada día de algo para ayudar a los demás.

13- Pasados los días de nuestra humillación llegará el tiempo de nuestro ensalzamiento.

14- ¡No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable de la Cuaresma! Pidamos a Dios que nos ayude a emprender un camino de verdadera conversión.

15- La cuaresma es el tiempo perfecto para reflexionar. Podemos hacerlo de muchas maneras, mediante las oraciones, mediante la lectura del Evangelio y también con esta selección de frases de cuaresma ideales para la reflexión que encontrarás a continuación.

16- El viaje de regreso a Dios se dificulta por nuestros apegos malsanos, se frena por los lazos seductores de los vicios, de las falsas seguridades del dinero y del aparentar, del lamento victimista que paraliza. Para caminar es necesario desenmascarar estas ilusiones.

17- La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros.

18- Nuestro viaje de regreso a Dios es posible sólo porque antes se produjo su viaje de ida hacia nosotros. De otro modo no habría sido posible. Antes que nosotros fuéramos hacia Él, Él descendió hacia nosotros.

19- El ayuno vivido como experiencia de privación, para quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento.

20- La ceniza sobre la cabeza nos recuerda que somos polvo y al polvo volveremos. Pero sobre este polvo nuestro Dios ha infundido su Espíritu de vida.

21- Vivir una Cuaresma con esperanza significa sentir que, en Jesucristo, somos testigos del tiempo nuevo, en el que Dios hace nuevas todas las cosas.

22- La cuaresma es un abajamiento humilde en nuestro interior y hacia los demás.

23- Hoy, Miércoles de Ceniza, comienza el camino cuaresmal. Les deseo a todos ustedes que vivan este tiempo con auténtico espíritu penitencial y de conversión, como un regreso al Padre que nos espera a todos con los brazos abiertos.

24- En la vida tendremos siempre cosas que hacer y tendremos excusas para dar, pero, hermanos y hermanas, hoy es el tiempo de regresar a Dios.

25- El Padre que nos llama a volver es aquel que sale de casa para venir a buscarnos; el Señor que nos cura es aquel que se dejó herir en la cruz; el Espíritu que nos hace cambiar de vida es aquel que sopla con fuerza y dulzura sobre nuestro barro.

26- La cultura de la apariencia, que nos induce a vivir para las cosas pasajeras, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez apagada, quedan solo las cenizas.

27- Dios nunca se cansa de perdonarnos; somos nosotros los que nos cansamos de buscar su misericordia.

28- La oración da el golpe ganador; el servicio es simplemente recoger los pedazos.

29- Hola me llamo Cuaresma. Vengo a pasar contigo 40 días. Jesús también pasó 40 días en el desierto preparándose para cumplir con la voluntad de su Padre y ser un buen hijo.

30- Nada grande se consigue sin mucho aguante.

31- Durante la Cuaresma, busquemos formas concretas de superar nuestra indiferencia.

32- Si no hay Viernes Santo en tu vida, no puede haber Domingo de Pascua.

33- No os avergoncéis de pedir perdón.

34- Durante este tiempo vamos a tener la oportunidad de ser un poco mejores, portarnos bien, obedecer a nuestros padres, ayudar a quienes tenemos alrededor.

35- Ten paciencia con todas las cosas, pero en primer lugar contigo mismo.

36- Cuarenta días para crecer en el amor de Dios y del prójimo.

37- Nos preparamos igual que Jesús para ser buenos, como Dios es bueno con nosotros.

38- Los ayunos de Cuaresma me hacen sentir mejor, más fuerte y más activo que nunca.

39- Cuantos se abstienen de carnes para buscar otros manjares de más delicada preparación y de mayor precio, caen en un grave error. Eso no es abrazar la abstinencia, sino cambiar el objeto del placer.

40- La Cuaresma es volver a descubrir que estamos hechos para el fuego que siempre arde, para Dios, para la eternidad del Cielo, no para el mundo.

41- La Cuaresma es el tiempo favorable para renovarnos encontrando a Cristo vivo en su Palabra, en los Sacramentos y en el prójimo.

42- La Cuaresma es un tiempo para acercarse a Cristo por medio de la Palabra de Dios y los sacramentos.

43- La apariencia exterior, el dinero, la carrera, los pasatiempos: sirenas que nos encantan y luego nos envían a la deriva. La Cuaresma es un tiempo de gracia para liberar el corazón de las vanidades.

44- La Cuaresma es el tiempo para cambiar de rumbo, para reaccionar ante el mal y la miseria.

45- La Cuaresma es el tiempo para reencontrar la ruta de la vida. El Señor es la meta de nuestro peregrinaje en el mundo: hay que trazar la ruta en relación a Él.

46- La providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma: la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida.

47- Al comenzar la Cuaresma nos hará bien pedir la gracia de custodiar la memoria de todo lo que el Señor ha hecho en nuestras vidas, de cuánto nos ha amado.

48- La Cuaresma es una llamada a detenerse, a ir a lo esencial, a ayunar de aquello que es superfluo y nos distrae. Es un despertador para el alma.