Frases de Chavela Vargas: Descubre la Sabiduría y Pasión en sus Palabras
Chavela Vargas, una de las artistas más icónicas de la música ranchera y bolero, dejó un legado imborrable con su voz inconfundible y su profundo sentido de la pasión. En este artículo, exploraremos algunas de las frases más memorables de Chavela Vargas, que reflejan su sabiduría y su intensa vida. Acompáñanos en este viaje a través de sus palabras y descubre la profundidad de su alma.
El Origen de Chavela Vargas
Chavela Vargas nació el 17 de abril de 1919 en Costa Rica y más tarde se nacionalizó mexicana. Su infancia estuvo marcada por la rebeldía y la pasión por la música, lo que la llevó a buscar su destino en México, donde se convirtió en una leyenda de la música ranchera.
El Poder de la Autenticidad
Chavela Vargas era conocida por su autenticidad y valentía. Una de sus frases más famosas es: “Cantar es como llorar, con la diferencia de que llorar limpia el alma y cantar la llena de vida”. Estas palabras nos recuerdan la importancia de ser auténticos en todo lo que hacemos.
El Dolor y la Pasión en el Amor
La cantante vivió un amor apasionado y tumultuoso con Frida Kahlo. Chavela dijo una vez: “Nunca aprendí a amar sin sufrir. ¿Qué es el amor sin pasión y sufrimiento?”. Sus palabras nos sumergen en la complejidad de las relaciones amorosas.
La Fuerza de la Resiliencia
A lo largo de su vida, Chavela enfrentó numerosos desafíos. En su frase, “Soy como soy, y si no me aceptas, lo siento”, nos enseña la importancia de mantenernos fieles a nosotros mismos incluso cuando el mundo nos rechaza.
La Música como Terapia
Chavela Vargas consideraba la música como su refugio y terapia. “La música es mi medicina,” afirmaba. Nos recuerda cómo la música puede sanar nuestras heridas más profundas.
Frases
1. Lo supe siempre. No hay nadie que aguante la libertad ajena; a nadie le gusta vivir con una persona libre. Si eres libre, ése es el precio que tienes que pagar: la soledad.
2. El amor es un paso. El adiós es otro… y ambos deben ser firmes, nada es para siempre en la vida.
3. Cuando yo canto los que me escuchan sienten. Y lloran porque se dan cuenta de que todavía son capaces de sentir. A pesar de los males del mundo.
4. Hay que llenar el planeta de violines y guitarras en lugar de tanta metralla.
5. Sólo de borracho a borracho nos entendemos.
6. Me encontraré a tú con tú con la muerte. No le tengo miedo; no le tengo miedo; le tengo respeto. Señora aquí estoy, cuando usted quiera…
7. Frida esparcía ternura como flores, sí, como flores. Una gran ternura, una ternura infinita.
8. Moriré un lunes, el día más aburrido pero no quiero cruces ni llantos. Que dejen descansar a la Vargas.
9. Una vez tocaron a la puerta y le dije a Frida que era un viejo peludo. Era León Trotsky. Yo no sabía quién era. Era ese señor nada más y nada menos.
10. Si los diplomáticos cantaran, no habría guerras.
11. Para creer, hay que sentir la necesidad de creer.
12. Hay que cuidar al mundo, proteger el amor, la paz, la justicia.
13. Al entrar al escenario siento miedo. Pero algo encuentro o algo me encuentra a mí. Antes de terminar la primera canción ya estoy en otro lado. Del lado de mi público.
14. Todo lo he hecho a sabiendas y no me arrepiento de nada. Ni de lo bueno, ni de lo malo, ni de los momentos felices, ni de las tristezas… Al final, tengo el alma llena de paz y tranquilidad.
15. Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin precio, sin cura, sin nada. No tengas miedo de amar, verterás lágrimas con amor o sin él.
16. El amor no existe, es un invento de las noches de borrachera.
17. La música no tiene fronteras, pero sí un final común: el amor y la rebeldía.
18. Las mujeres con pasado y los hombres con futuro son las personas más interesantes.
19. Lo que duele no es ser homosexual, sino que lo echen en cara como si fuera una peste.
20. No soy política, ni militante de nada. El canto es mi instrumento. Y lo digo cantando.
21. Hay que saber sentir, que hay que saber luchar para ganarse el respeto de otros y respetar a esos otros.
22. En un restaurante, una hermosísima señora se acercó a mí y me susurró: ¿Chavela, cuándo nos acostamos? ¡Qué atrevida! Me encanta.
23. Yo quiero que algún día se entienda que mi mensaje ya no es de la garganta, ya no es de disco, ya no es de concierto: es la voz inmensa del individuo humano que está callada, que no tiene nombre, que no puede llamársele de ninguna manera. Eso es lo que yo siento, eso es lo que no me deja morir hasta que la gente sepa que mi canto no es canto, que es algo más allá del dolor, más allá de la angustia, más allá del saber, más allá de todo, del arte en sí mismo.
24. Qué bella es España, qué libertad. Se siente España. Se siente la fuerza de la hembra de Europa, que es España, e igual que se siente la fuerza del macho de América, que es México. Amo a España.
25. Mi relación con la música viene de la naturaleza, no de la academia. Si hubiera estudiado para ser cantante, quizás hubiese sido una grande de la música, pero jamás Chavela Vargas.
26. Me he tomado cuarenta y cinco mil litros de tequila y os aseguro que todavía puedo donar mi hígado.
27. Lo que quieras de mí yo te lo daré, pero jamás te devolveré nada. Así funciono.
28. Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.
29. Soy de esas mujeres que se divierten hasta en su propio velatorio.
30. ¿Adiós? Nunca se dice Adiós, se dice Te amo.
31. La gente me mira como la vieja loca que soy.
32. Una vida bien vivida es lo mejor que se puede recordar.
33. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme… Mis dioses me hicieron así.
34. Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego.
35. La vida se ve mejor a los 93 años… compruébenlo.
36. Amar como si no hubiera mañana.
37. Yo soy una de esas gentes que prefiere amar a que la amen. Pero uno tiene que dar las gracias porque la quieran.
38. Para gozar: amor. Para sufrir: amor. Para vivir: amor. Para morir: amor. Para reír: amor. Para llorar: amor… y para todo lo demás amor.
39. Las distancias apartan las ciudades, las ciudades destruyen las costumbres.
40. La soledad no me debilita, me fortalece, me llena de algo extraño que me nutre, me habla de noche, me cuenta cuentos, historias que son verdad, que son verdades.
41. Nada me han enseñado los años, siempre caigo en los mismos errores otra vez, a brindar con extraños y a llorar por los mismos dolores.
42. El alma vale más que los millones. Así somos. Y me encanta ser así y así me voy a morir, ¡libre!
43. Les dejo de herencia mi libertad.
44. Voy a gritar con toda mi alma para que el mundo sepa que estoy viva. Viva de tanto vivir. Viva de tanto amar.
45. Esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón.
46. La libertad no sólo es soledad, también es pobreza. El ser libre es pobre. Yo no quisiera, por nada del mundo, estar en los zapatos de ese mexicano que dicen es de los más ricos o el más rico del mundo. Seguramente no es un ser libre.
47. Regala tus besos, vende tus caricias, arrenda tu alma… después de mi, haz cuanto quieras.
48. Cuando los mexicanos creían en sus dioses, era diferente. Los indígenas todavía son gente fuerte. A pesar de todo, su fuerza sigue sosteniendo al mundo.
49. México tiene magia. Y yo busqué la magia y la encontré.
50. Me encanta que haya agasajo cuando esté viva. Cuando esté muerta, que me dejen en paz.
51. México es mi tierra. No nací aquí pero lo amo. Es el país más bello del mundo.
52. Es demasiado el peso que cae sobre la piel tras un concierto. Un peso enorme que cubre el alma. Es el peso de la soledad.
53. Amantes del mundo: a veces es más hermoso recordar que vivir.
54. México está dormido, pero es un gigante. Un gigante dormido. No quiero ni pensar qué va a suceder cuando despierte…cuando el gigante despierte se irá afuera la hipocresía, la farsa, todo aquello que hace de México un país pobre.
55. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales… Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo.
56. Nadie se muere de amor, ni por falta ni por sobra.
57. Desde que me subí al avión y vi la bandera de México me emocioné mucho. Yo buscaba a México, yo creía en México sin conocerlo.
58. Lo que quieras de mí te lo doy. Pero no te devuelvo tus besos.
59. Yo soy como el chile verde llorona: picante pero sabroso.
60. Ni Isabel ni Chabelita, ¡Chavela!
61. Si ya te he dado la vida ¿Qué más quieres? ¡Quieres más!
62. Me enseñó muchas cosas y aprendí mucho, y sin presumir de nada; ¡agarré el cielo con las manos, con cada palabra, cada mañana!
63. Ayer lloraba por verte, Llorona, y hoy lloré porque te vi.
64. Un día fui a caminar y me caí. Ya no me pude levantar. Es la vida cobrándote su sueldo. Es la vida que te cobra lo que te dio o lo que está por venir. La vida se te adelanta a ti. Es la vida que te dice voy a cobrarte esto. Bueno, no te lo dice pero ahí está la combinación de la vida y el alma.
65. Y cuando mas feliz estés, de la nada, te saldrá una lágrima por mi recuerdo.
66. Tu eras mi único deseo en aquellas noches de borrachera.
67. Yo no merezco nada más de lo que tengo. Por eso me llaman millonaria, porque tengo lo que deseo sin tener dinero, y eso es maravilloso.
68. México tiene un lugar para los extranjeros, tiene un canto extraño. Decir México es decir dulce, dulce México. La palabra México, No Argentina, no Brasil, no. Es México la palabra divina, la palabra mágica, la palabra sabia. Es su sonido y es el color que aparece en el cerebro cuando la decimos; es su aroma. México.
69. No condenemos al naufragio lo vivido por nuestro ayer, por nuestro amor yo te lo pido, espera, aún me quedan en mis manos primaveras para colmarte de caricias todas nuevas, que morirían en mis manos si te fueras.
70. Hay veces que pienso que estoy muerta… cuando despierto me escucho hablar y pienso que, en realidad, estoy muerta. Pero regreso, siempre regreso a la vida.
71. El amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.
72. Me importaba un soberano pito lo que dijeran… No les gustaba a los machos que me presentara a cantar en pantalones de hombre. Pero a mí no me importaba. A menos que se pasaran de listos. Entonces sí me salía lo Chavela Vargas.
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